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Spanish14/01/12
Para asegurar el rumbo del proceso venezolano hacia el Socialismo, se requiere la participación creciente del pueblo y sus trabajadores en las decisiones fundamentales del país. Esto significa, su participación en las decisiones del Estado en todos sus niveles: gobierno nacional, gobernaciones, alcaldías y otras instituciones. También en la economía y las empresas.
Ello supone que pueblo y gobierno estén organizados de manera auténticamente democrática en Consejos Comunales, Comunas, Consejos de Trabajadores, Consejos de estudiantes, Redes de Productores (campesinos, pescadores, mineros y otros). Ello, a fin de contar con los instrumentos y mecanismos necesarios para concertar las voluntades y acciones de todos ellos. Solo así se convierte en realidad el precepto constitucional de “democracia participativa y protagónica”; que es la participación protagónica del pueblo en la toma de decisiones sobre aspectos de la vida económica, social, política y cultural de la nación, así como en la implementación y control de esas decisiones.
Sin embargo, una parte importante del pueblo, en su vida práctica, cotidiana, en los barrios, en las regiones, en sus lugares de vivienda y de trabajo, ha encontrado en no pocos momentos y circunstancias, que el discurso socialista del gobierno no se refleja en la práctica en las decisiones de varios gobernadores, alcaldes, ministerios y gerentes de las empresas estatales o municipales. Y que los problemas que los aquejan no son atendidos adecuadamente por ellos, supuestamente obligados a hacerlo como servidores públicos, en cumplimiento de sus funciones y deberes políticos y sociales.
En este trabajo se abordan diversas experiencias y algunos de los principales problemas relacionados con la Gestión del Estado y la Economía, que incluyen los procesos de producción, intercambio, distribución y consumo, así como las diversas formas de propiedad y sus formas de articulación. Se explica en que consiste el Modelo de Gestión Múltiple propuesto como forma de concretar la democracia participativa y protagónica establecida en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) y como nuevo paradigma para la construcción del Socialismo en el Siglo XXI.
Los diversos tipos de propiedad
La experimentación de diferentes formas y tipos de propiedad y de gestión realizadas desde el año 1999 en adelante, ha sido evaluada en tres seminarios nacionales y muchos regionales, realizados durante los años 2007 y 2008 con participación de trabajadores de industrias, del Estado, consejos comunales, comunidades organizadas, escuelas de formación socialista y estudiantes universitarios.
Con el análisis de diversas experiencias internacionales conocidas, entre ellas la de la Unión Soviética, se han producido importantes recomendaciones, así como una propuesta de modelo de gestión para el socialismo del siglo XXI en Venezuela, denominado modelo de gestión múltiple socialista.
Para prevenir que el proceso actual de la Revolución Bolivariana pueda derivarse hacia una forma de capitalismo de Estado (empresas del Estado con gestión capitalista, al servicio de la reproducción del sistema capitalista, de la obtención de ganancias y de la acumulación de capital por parte de los capitalistas privados), sin control de los trabajadores y del pueblo; o que se repita la experiencia soviética con algunas variantes, en el III Seminario Nacional sobre Formación y Gestión Socialista, realizado con participación de más de 40 organizaciones en el mes de abril de 2008 en Valencia, estado Carabobo, se produjo la siguiente declaración en torno a la ambivalencia de la propiedad estatal:
Los tipos de propiedad por sí solos no siempre determinan los objetivos y propósitos para los que pueden servir. En el caso de la propiedad estatal, ésta puede servir para liberar al ser humano y construir relaciones socialistas, o para esclavizarlo o someterlo a diversas formas de alienación y explotación, como ocurrió en los antiguos imperios, egipcio en África y azteca en México, así como en la extinta Unión Soviética, para dar sólo tres ejemplos.
Por estar subordinada a los intereses de clase que representa el bloque de poder dominante en la sociedad y en el Estado (que toma las decisiones macroeconómicas fundamentales), la propiedad estatal puede servir para propósitos diferentes, incluso contrarios.
Ello está determinado por el modelo de gestión que, si es ejercido por una clase dominante explotadora, necesariamente sirve para reproducir la alienación del trabajo, los trabajadores y los pueblos, y para perpetuar las condiciones que hacen posible la dominación y explotación de unos hombres por otros: la propiedad privada sobre los medios de producción fundamentales y la división social del trabajo, en la que unos piensan, planifican y ordenan; y otros obedecen y trabajan operativamente.
Es indispensable tener en cuenta que en la distribución de los excedentes se produce una redistribución del valor creado mediante el trabajo social. Quienes toman las decisiones sobre esta distribución (incluida la burocracia estatal), siempre, de manera consciente o inconsciente, tratan de hacer prevalecer sus intereses como grupo, lo que necesariamente afecta a toda la sociedad.
Cogestión [3] y propiedad privada
En el mismo seminario, se concluyó lo siguiente sobre la cogestión y la propiedad privada:
La cogestión hasta ahora aplicada en la República Bolivariana de Venezuela, impulsada probablemente con la intención de avanzar hacia una sociedad de inclusión social y bienestar, ha respondido más a una concepción reformista dentro del capitalismo, que a una concepción verdaderamente socialista.
En el capitalismo, el derecho a participar en la toma de decisiones (gestión), está determinado por la propiedad sobre los medios de producción —capital—, que se expresa en la propiedad de “acciones” de las empresas. Estas se poseen en forma individual o colectiva. En este caso, en sociedades limitadas, anónimas o en cooperativas. De acuerdo con el derecho burgués (capitalista) lo fundamental para participar con determinada cantidad de votos en la toma de decisiones, no es si el accionista participa o no en los procesos productivos, sino la cantidad de acciones que posee. Esto es lo que otorga el “derecho” a emitir una determinada cantidad de votos en la asamblea de accionistas y en las juntas directivas.
Puede ser el caso de muchos trabajadores organizados en cooperativas y de capitalistas, en las empresas recuperadas con recursos del Estado.
Así se reconoce, incorrectamente, que es la propiedad sobre los medios de producción —el capital— el que genera derecho a participar en la toma de decisiones. Mientras que en la concepción socialista, es el trabajo en cualquiera de sus formas: material o intelectual, simple o complejo —reconocido como fuente de la riqueza social— el que otorga el derecho a participar en la gestión de las empresas.
A pesar de las buenas intenciones, el otorgar créditos del Estado a trabajadores para que obtengan acciones de las empresas, con el propósito de que puedan participar en su gestión, ha generado en ellos confusión ideológica y muchas frustraciones.
Con la preeminencia de la mentalidad individualista y egoísta generada en nuestra sociedad por 500 años de alienación colonialista y capitalista, en general, los trabajadores, al ser propietarios de acciones, tienden a sentirse más como “empresarios” privados que como trabajadores o proletarios, porque su nueva condición de propietarios privados de una parte del capital de las empresas los separa objetivamente del resto del pueblo.
Se produce en los trabajadores un desclasamiento, una sociopatía, una pérdida de identidad, una esquizofrenia. Si las acciones son propiedad privada de algunos trabajadores y/o de capitalistas, no pueden ser, a su vez, propiedad de otros trabajadores, ni de las comunidades, ni de todo el pueblo. Y, en consecuencia, tampoco lo pueden ser los excedentes que se generan en el proceso productivo, ya que éstos deben ser apropiados por los dueños de las acciones. Es decir, con la propiedad de las acciones, los trabajadores terminan de manera objetiva convertidos en nuevos capitalistas.
La experiencia histórica sobre autogestión [tal cual ocurrió en la antigua Yugoslavia] no arroja un balance positivo. Su aplicación en la desaparecida República Federativa de Yugoslavia significó: alienación de los trabajadores, anarquía capitalista, competencia entre trabajadores de unas empresas y otras. Y en últimas, terminó por reproducir de nuevo el capitalismo. [4]
Por eso, la presente propuesta, pretende superar la cogestión y la autogestión como métodos ya fallidos para la transición al socialismo; y más bien, invita a la sociedad venezolana a experimentar un nuevo paradigma: la gestión múltiple socialista, cuyas características se explican más adelante.
El pueblo aprende a gestionar si se le permite gestionar
Una expresión trascendental de la lucha de clases en Venezuela, es la que se libra, dentro y fuera del viejo Estado por la exclusión o participación del pueblo y los trabajadores en las decisiones fundamentales. De una parte, están aquellos que han excluído y excluyen al pueblo, y en particular a los trabajadores, de participar en las decisiones fundamentales de la sociedad. Ello para tratar de perpetuar de manera consciente o inconsciente, las bases principales de la reproducción metabólica del capital: la división social y la estructura jerárquica del trabajo, la alienación y la propiedad privada sobre los medios de producción.
Ellos, son partidarios de excluir al pueblo de la elaboración, ejecución y control de las políticas públicas, programas y planes de desarrollo; y aún con mayor fuerza, -puesto que hay muchos intereses políticos y económicos de por medio-, en la distribución y control de los recursos financieros y de todo tipo que se asignan por medio de los contratos del Estado. Estos, manejados de manera excluyente, autoritaria y anti-ética, permiten a burócratas inconscientes e ineptos generarse privilegios y acumular capital en asociación con empresarios privados.
De la otra parte, están los revolucionarios que luchan por abrir espacios para que el pueblo participe de manera protagónica en estas decisiones, junto con el gobierno nacional. Esto se considera necesario para que los recursos de la nación sean utilizados con eficiencia en la solución de los problemas económicos y sociales y en el desarrollo integral de toda la población. La participación protagónica del pueblo en todas las esferas es para ellos el punto de partida para iniciar la construcción del socialismo en Venezuela. Ellos son los que en verdad luchan por el socialismo y permiten, promueven y estimulan por todos los medios la participación del pueblo y los trabajadores en las decisiones fundamentales en su ámbito de acción.
Es necesario reconocer que, al igual que entre el personal directivo; entre los trabajadores, y en general en toda la población, existen diferentes niveles de conciencia y responsabilidad, de desarrollo ético y moral, de capacidad de organización y de gestión. La capacidad de gestión de los trabajadores al inicio de la revolución bolivariana era baja en general, por varios motivos. Principalmente por causas históricas. Pero nadie puede saber gestionar, si nunca ha gestionado. Por eso, solo con su participación en la gestión, los trabajadores aprenderán a gestionar.
Algunas personas con altos cargos de dirección en los ministerios o en instituciones del Estado, alegan que los trabajadores no están preparados para gestionar y que primero deben prepararse para poder hacerlo. Pero lo cierto es que, esta falta de preparación de los trabajadores sirve en muchos casos de pretexto a quienes concentran el poder y tienen el monopolio de las decisiones y el control sobre los recursos públicos, para ejercerlo de manera elitista en su propio beneficio y en el de sus familiares y amigos. Esto por lo general va acompañado de cierto porcentaje de arbitrariedad en las decisiones, de clientelismo político, amiguismo, nepotismo e ineficiencia. En otros casos, refleja una tremenda desconfianza en las capacidades y potencialidades del pueblo que, sin embargo y a pesar de lo que ellos creen, sí tiene la capacidad de aprender a gestionar.
Que los trabajadores no sean capaces de gestionar está por demostrarse, porque hasta ahora pocas veces han tenido la oportunidad de hacerlo. En Venezuela, solo empiezan a hacerlo en empresas de importancia estratégica como las de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG),1 a partir del 15 de mayo de 2010 cuando el Presidente Chávez reconoció que, solo con el control obrero y la gestión de la producción por los mismos trabajadores se podrá sacar a estas empresas de la crisis en que se encuentran como resultado de las malas gestiones capitalistas que hasta ahora han tenido. Con la ejecución del denominado “Plan Guayana Socialista”, elaborado en mesas de trabajo por el conjunto de los trabajadores, se espera que se conviertan en empresas productivas socialistas.
De esta manera se establece en esas empresas estatales del sector de la industria básica lo que se ha llamado la “Gestión bajo Control Obrero”, un nuevo paso decisivo en el camino de construcción del socialismo en Venezuela. El Presidente Chávez juramentó como presidentes y miembros de sus juntas directivas, a los equipos de trabajadores propuestos por las bases. Estos nuevos directores surgidos de las bases obreras juraron que se dedicarán por entero a luchar contra la corrupción y la ineficiencia, y a favor de la productividad y la sustentabilidad de cada una de las empresas de la CVG y que guardarán lealtad hacia el Gobierno Bolivariano.
Estos cambios radicales en cuanto al personal responsable de la gestión de las empresas sugieren que los funcionarios públicos que ejercían el poder antes del gobierno de Chávez, y muchos de los que lo ejercen en el gobierno actual, habían sido ineficientes en la gestión del Estado, la economía y las empresas. Por eso la necesidad de que los trabajadores gestionen las empresas estatales, a lo cual ha llamado el Presidente Chávez.
Esto constituye una valiosa oportunidad para que aprendamos a gestionar de manera conjunta, tomando entre todos las mejores decisiones. La gestión democrática permite que integremos las diferentes visiones del mundo y de la vida, los diferentes saberes y conocimientos, las más variadas capacidades y potencialidades, las necesidades y aspiraciones de los diferentes grupos humanos que crean la riqueza social. De esta manera se puede lograr un mayor desarrollo humano integral, satisfaciendo con eficiencia y armonía con la naturaleza las necesidades materiales y culturales de toda la sociedad.
Solo así será posible acabar con la disyuntiva entre la satisfacción de las necesidades humanas y la producción de riqueza subordinada a la reproducción del capital. En otras palabras, es necesario liberar al trabajo de la explotación de los capitalistas, transformándolo en el más formidable medio de realización social e individual, en generador de riqueza verdadera, para poder así satisfacer las necesidades materiales y culturales de la población, y avanzar hacia el logro de la mayor suma de felicidad posible para toda la nación.
Limitaciones de las empresas de la economía popular en Venezuela
Gran parte de las miles y miles de empresas autogestionadas y cogestionadas, fundamentalmente cooperativas, que el Estado ha creado y financiado con la intención de construir una economía popular, principalmente entre los años 2000 y 2006, no actúan como parte de un sistema integral de economía popular de tipo socialista, si no, como empresas aisladas que no contribuyen a la satisfacción de necesidades sociales. La mayoría de ellas han pasado a ser, de una manera u otra, parte integrante del sistema capitalista.
En su inmensa mayoría, las cooperativas se han convertido en formas de propiedad privada colectiva, que no socializan sus excedentes y no permiten la participación de nuevos trabajadores ni tienen en cuenta los intereses de las comunidades ni la sociedad. Además, muchas de estas empresas son convertidas en eslabones de las cadenas productivas y de servicios que son explotadas por los monopolios a través del control de las empresas claves o estructurantes de las cadenas productivas. De esta manera, a los monopolios y otras grandes empresas capitalistas que operan en Venezuela se les transfieren rápidamente, a través de los mecanismos del llamado “mercado libre”, en especial la formación y definición de los precios, los recursos recibidos del Estado. En estas circunstancias, las empresas de la “economía popular” o son arruinadas, o quedan subordinadas a la economía capitalista como eslabones productores de plusvalía para los grandes capitalistas; algunos incluso formados recientemente durante el período de la Revolución Bolivariana.
Además, en las políticas públicas que han promovido las empresas de la economía popular se ha confundido la democratización de la gestión económica con la “democratización de la propiedad”, entendida ésta como participación de los trabajadores en la propiedad legal del capital accionario y no como control de la gestión. Según plantea la declaración del III Seminario Nacional sobre Formación y Gestión Socialista (Valencia, Carabobo, abril de 2008), se ha creado una confusión ideológica porque, en el apoyo estatal que se ha dado a algunas de estas experiencias de autogestión y cogestión, “se reconoce, incorrectamente, que es la propiedad sobre los medios de producción —el capital— el que genera derecho a participar en la toma de decisiones. Mientras que en la concepción socialista, es el trabajo en cualquiera de sus formas: material o intelectual, simple o complejo —reconocido como fuente de la riqueza social— el que otorga el derecho a participar en la gestión de las empresas.”
La situación anteriormente descrita, fue ratificada y analizada por una cantidad significativa de trabajadores socialistas, tanto del Estado como de diversas ramas de la economía pública y privada, reunidos el 27 de Junio de 2009 en la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV), en el Primer Encuentro Nacional de Consejos Socialistas de Trabajadores y Trabajadoras, realizado bajo la convocatoria y auspicio de la Comisión de Desarrollo Social de la Asamblea Nacional. En el documento de conclusiones de dicho encuentro, se puede leer lo siguiente:
“La gestión de las empresas no está aún en manos de los trabajadores y las comunidades organizadas, y muchos medios de producción estratégicos y gran parte de la banca y del sector financiero, aún están en manos del sector privado, lo que es contraproducente para la sociedad, por que dificulta afianzar la soberanía nacional y aprovechar de manera eficiente el ahorro y los recursos de inversión y de crédito, en la construcción del socialismo.”
“Seguimos reproduciendo las causas y condiciones básicas de la reproducción metabólica del capital: La división social y la estructura jerárquica del trabajo, la alienación social, la propiedad privada sobre los medios de producción fundamentales, aunque en este último se esté avanzando con las nacionalizaciones y con la creación de nuevas Empresas de Propiedad Social, en las que desafortunadamente se sigue aplicando el modelo de gestión capitalista.”
“Mientras se siga reproduciendo el modelo de gestión capitalista en las empresas del Estado o en las Empresas de Propiedad Social de las comunidades que empiezan a crearse, están en riesgo de desaparecer las conquistas sociales hasta ahora alcanzadas, así como el mantenimiento de las condiciones de desarrollo humano y demás beneficios para los trabajadores y las posibilidades de su avance posterior.”
Si no se tiene la claridad y conciencia social suficiente y no se elabora y aplica una estrategia para superar esta situación, estaremos desperdiciando los importantes recursos que recibirán del Estado los consejos comunales para el desarrollo de los proyectos comunitarios durante los próximos años. Si estos son ejecutados a través de cooperativas y otras empresas privadas, no estaremos superando al capitalismo.
Las cooperativas son una de las formas de propiedad privada, aunque esta sea colectiva porque, por lo menos en Venezuela, éstas no socializan en general ni siquiera una parte de sus excedentes; no permiten la participación de nuevos trabajadores en condición de copropietarios, sino como personal contratado asalariado, ni tienen en cuenta en sus decisiones fundamentales los intereses de las comunidades ni de la sociedad. Es propiedad privada porque lo que es de los asociados de cada cooperativa no es de la comunidad ni del conjunto de la sociedad. Éstas no participan de modo alguno de su gestión.
Los proyectos comunitarios deben ser ejecutados por Empresas de Propiedad Social (EPS), de toda la comunidad, formadas en lo fundamental con trabajadores de los barrios y de las comunidades. Las Empresas de Propiedad Social (EPS), que aún no tienen el marco jurídico adecuado, puede ser de propiedad indirecta (del Estado) o directa (de las comunidades organizadas en Consejos Comunales y Comunas). Tienen como objetivo principal el desarrollo humano integral y la satisfacción sustentable de las necesidades de la población en armonía con la naturaleza; también de los trabajadores a ellas vinculados y sus familias. Los excedentes, si los hubiere, no son apropiados de manera privada por nadie; las decisiones sobre cómo invertirlos o en qué utilizarlos es tomada de manera colectiva y conjunta en Asamblea General de voceros de los trabajadores, las comunidades organizadas, los productores de materias primas (en el caso de las fábricas) y del Estado. Es decir, por los sujetos sociales que aportan su trabajo y por los grupos humanos destinatarios de los productos, o que son afectados o influidos por su actividad. Para que la propiedad sea en verdad “social”, sea directa o indirecta, las decisiones fundamentales: objetivos, presupuestos, planes de trabajo y producción, distribución de excedentes, deben ser tomadas con participación protagónica del pueblo y los trabajadores. Propiedad Estatal no es igual a Propiedad Social.
Democracia no solo en la gestión empresarial de la producción, sino en la distribución y en todo el ciclo económico
Los intentos de construir una economía popular con base en las 148.000 cooperativas, creadas y financiadas con recursos del Estado entre los años 1999 y 2008, según cifras presentadas por el Ministerio para la Economía Comunal (MINEC) y la Superintendencia Nacional de Cooperativas (SUNACOOP); luego con empresas cogestionadas o de autogestión abandonadas por los capitalistas y recuperadas también con recursos públicos; y más adelante con empresas y ramas industriales capitalistas como las de la siderurgia y el cemento, nacionalizadas con indemnización, por el gobierno bolivariano del Presidente Chávez, han fracasado en sus objetivos estratégicos y han contribuido a la expansión del capitalismo en Venezuela..
Al no contar con las redes de distribución y comercialización al servicio del proyecto socialista, y tener que realizar estas funciones a través de las redes capitalistas, todas estas empresas son convertidas en eslabones de las cadenas productivas y de servicios capitalistas, y son explotadas por los monopolios a través del control de las empresas claves o estructurantes de las cadenas productivas, tales como las dedicadas a la producción o venta de equipos, maquinarias, insumos y materias primas, procesamiento industrial y canales de distribución y comercialización. De esta manera pueden controlar los precios, y realizan actividades orientadas a desestabilizar al gobierno revolucionario, por medio del acaparamiento y la especulación. Así obtienen ganancias extraordinarias y tratan de colocar a la población en contra del Presidente Chávez y su gobierno.
A las situaciones de acaparamiento y especulación con los productos básicos, el gobierno respondió con la Ley de defensa de los consumidores contra el acaparamiento y la especulación. Desde el año 2007, el gobierno ha procedido a realizar expropiaciones con indemnización de empresas que han incurrido en estas prácticas ilegales y antipopulares. Entre ellas se encuentran algunas agroindustrias, e industrias básicas como las del cemento y la empresa siderúrgica nacional (SIDOR).
Pero, al mantener los capitalistas el control de las redes de distribución, aún a pesar de haber perdido el control de la producción en algunos rubros, las prácticas especulativas continuaron. Es decir, después de haber negociado con el gobierno el pago por sus fábricas, con menos capital invertido, han elevado incluso sus tasas de ganancia, al mantener el control especulativo de los precios en el ámbito de la circulación mercantil.
Además, como ha ocurrido con la mayoría de los productos producidos en las empresas nacionalizadas, los capitalistas especuladores aprovechan la circunstancia para comprar barato en las empresas socialistas y vender con precios de especulación en otros lugares. Los capitalistas dueños de restaurantes, hoteles o clínicas privadas, mandan a sus empleados a comprar alimentos en los Mercales2, para después venderlos procesados a precios que les permiten obtener ganancias extraordinarias.
Por todo ello, para proteger de la especulación a la población, el gobierno ha procedido a nacionalizar algunas de las redes de distribución de mayor impacto. En el mes de abril de 2010 fue nacionalizada y puesta bajo el control de los Consejos Socialistas de Trabajadores, la cadena de supermercados Éxito. Estos ahora tienen el nombre de Supermercados Bicenentenario. Además, ha sido ya anunciada la nacionalización de los supermercados CADA, importante red nacional de venta de víveres, frutas y hortalizas.
Desde el año 2007, se han realizado importantes experiencias de participación de los Consejos Comunales y otras formas de poder popular en la distribución de productos. Las empresas nacionalizadas, al tener orientación socialista, tienen como objetivo la satisfacción de necesidades de la población. Por tanto, al excluir la ganancia de sus propósitos, los productos salen a los espacios de intercambio a precios mucho menores que los de las empresas capitalistas, especialmente si se trata de áreas monopolizadas, como es el caso de la producción de materiales de construcción y vivienda, automóviles, computadoras o de bienes cuya producción requiere grandes inversiones y tecnologías sofisticadas.
Un ejemplo de distribución socialista de automóviles con participación de los Consejos Comunales es la empresa de propiedad mixta entre Venezuela e Irán, VENIRAUTO, cuyos automóviles, en calidades y modelos comparables a las mejores marcas de los monopolios capitalistas en sus mismos rangos, salieron al mercado en 2007 a un precio menor en aproximadamente treinta por ciento. El Modelo de distribución propuesto en CORPIVENSA en el año 2007, establecía los siguientes lineamientos: Los Consejos Comunales, en asambleas, determinarían a quién o quiénes—entre aquellos que tienen la capacidad adquisitiva mínima (tres salarios mínimos)—corresponde el derecho a adquirir el vehículo, teniendo en cuenta sus méritos, el servicio a la comunidad y las necesidades familiares. Otra parte de los vehículos serían asignados por el Gobierno Nacional, en cierta cantidad o porcentaje a los trabajadores de las empresas socialistas que los necesiten y aspiren a adquirirlos; y que por méritos en sus trabajos, fueran elegidos en Asambleas de Trabajadores. El resto de los automóviles sería distribuido por el gobierno central a los ministerios e instituciones, de acuerdo a las prioridades y a la forma en que los puedan usar para satisfacer necesidades de la sociedad: hospitales e instituciones de salud, casas geriátricas (ancianatos), escuelas y otras entidades del sistema educativo. De esta manera se contribuiría a lograr la mayor suma de felicidad posible para el pueblo venezolano.
Pero nada de esto es fácil de llevar a la práctica. En el caso concreto, el esfuerzo que se realizó para sacar a la venta los primeros vehículos con participación de los Consejos Comunales, sufrió múltiples alteraciones en el sistema de asignaciones, por lo que debe ser revisado y corregido.
Las comunidades organizadas deben planificar con mucha inteligencia qué necesidades satisfacer de manera prioritaria y cómo invertir de manera sustentable los recursos del Estado, complementados con formas de auto-financiamiento comunal. En otras palabras, las Comunas y el Poder Popular con contenido socialista solo existirán de manera real, si cuentan con una Economía Comunal productiva, en la que la población y los trabajadores de un territorio, conjuntamente con el Estado a nivel local o regional, tomen las decisiones fundamentales sobre qué producir, cómo hacerlo y con qué modelo de gestión; cómo distribuir el resultado del trabajo y cómo distribuir los excedentes que se generen en el proceso de financiación, producción, transformación, distribución y consumo.
Como ha orientado el Presidente Chávez, esta economía debe concretarse en Empresas de Propiedad Social Directa (de la comuna) con Gestión Socialista, articuladas a las cadenas y redes socio-productivas de su rubro o sector. En ellas, las Empresas de Propiedad Social Indirecta (del Estado) juegan un papel primordial, a las que deben articularse también otras formas de propiedad social y privada (incluye a las cooperativas). Debe haber una planificación o coordinación entre las empresas y con el poder popular que represente los intereses sociales.
Teniendo como guía las necesidades de la población y el desarrollo del país, la planificación socialista implica determinar las proporciones que deben tener los diversos sectores de la economía: primario, industrial, servicios, con la mayor desagregación posible. Ello es crucial para planificar el desarrollo sustentable del país en cada etapa de la revolución socialista, teniendo en cuenta los cambios climáticos, geopolíticos y el crecimiento probable de la población.
Esto es válido en todos los sectores de la economía. Pero, en este período incipiente (aunque decisivo) de transición del capitalismo al socialismo, se debe dar prioridad a la soberanía y seguridad alimentaria de la población; la salud, la educación y la cultura; la alimentación, la vivienda; el derecho al trabajo digno, no alienado ni explotado; y a la prestación cotidiana de servicios de todo tipo a la población, a través de trabajadores de múltiples oficios: albañilería, plomería, electricidad, carpintería, etc., etc., organizados de manera interdisciplinaria en EPS comunitarias.
Pero para que estos sectores orientados al consumo y bienestar de la población puedan desarrollarse, es esencial que el Estado desarrolle las industrias estratégicas: petroquímica, siderúrgica, metalmecánica, electrónica, energética, transporte masivo, informática y comunicaciones; y en general las fábricas de herramientas y las “fábricas de fábricas” de todo tipo; de medios de producción para las industrias orientadas al consumo. Todas deberían ser gestionadas con el “modelo de gestión múltiple socialista”, o por uno que pudiera producir resultados sociales similares y que sea soportado por un fuerte sistema de formación, capacitación e investigación.
El Modelo de Gestión Múltiple Socialista
Es una abstracción teórica, una simplificación de las relaciones sociales que se establecen o que se quieren crear de manera consciente y planificada en los procesos de financiamiento, producción, distribución, intercambio y consumo, y en la elaboración y ejecución de las políticas públicas, por medio de la participación conjunta y compartida de Consejos de Trabajadores(as), Consejos Comunales, Productores (as) de materias primas y del Estado, a través de sus voceros; para tomar las decisiones y asegurar su cumplimiento, con el propósito de crear equilibrio y control mutuo entre los diferentes grupos de intereses de la sociedad; pues éstos son con frecuencia contradictorios y a la vez complementarios. Esto permite tomar las mejores decisiones para satisfacer sus necesidades y su desarrollo integral sustentable, subordinados a los intereses estratégicos de la nación y la humanidad. Permite también crear mecanismos para controlar, disminuir y contrarrestar al máximo posible, el burocratismo, la corrupción y la concentración del poder en una élite o en grupos sociales excluyentes.
Intercambio basado en criterios de igualdad, equidad, solidaridad y justicia social
Mientras se mantenga la división técnica del trabajo en la que diferentes personas producen bienes y prestan servicios diversos y complementarios; y los individuos o grupos humanos se relacionen entre sí con intereses particulares determinados por su propia actividad productiva, los seres humanos tendrán que intercambiar por lo menos una parte de los bienes, servicios y conocimientos. Los productores—de manera individual o colectiva—entregan a otros los excedentes de lo que producen (valores de uso), para recibir de ellos lo que no producen; y así, satisfacer sus necesidades de manera complementaria.
Este intercambio puede hacerse de manera equitativa, con criterios de cooperación, ayuda mutua, solidaridad y complementariedad; como se supone que debe hacerse en una sociedad socialista. Pero en el capitalismo, el intercambio tiene lugar bajo criterios individualistas, donde cada parte trata de obtener el mayor provecho posible de la otra. Además, en las relaciones de intercambio capitalistas, gran parte del intercambio no se realiza entre productores y consumidores que se relacionan con el propósito de satisfacer necesidades, sino entre intermediarios que buscan obtener la máxima ganancia (valor de cambio) en el menor tiempo posible y productores-consumidores que son explotados a través del control capitalista de los mercados.
En realidad, el libre mercado es una ilusión, solo en parte funciona la ley de la oferta y la demanda, y en gran medida los precios son determinados por el control monopólico de la economía y los mercados. Es decir, el intercambio justo de bienes y servicios puede y debe basarse en su valor; pero matizado por mecanismos complementarios que permitan aplicar criterios de equidad, justicia social y solidaridad.
El concepto de mercado, como mecanismo y espacio en el que actúan la oferta y la demanda para establecer los precios y determinar así quiénes pueden acceder a los productos de acuerdo a su capacidad adquisitiva, debe ser progresivamente superado y sustituido. Primero, por un mercado regulado por la intervención del Estado, que aplique una planificación socialista centralizada y desconcentrada, que induzca y obligue a los actores económicos del mercado actualmente existente, a cumplir con normas y obligaciones sociales. Esa regulación establece responsabilidades sociales de proteger a la sociedad de acaparadores y especuladores, de fomentar el aumento de la producción y la productividad. Ello permitiría a los productores particulares obtener ingresos justos por el trabajo que realizan mientras cumplen con una función social que permita su desarrollo integral y justifique su existencia.
Para facilitar el funcionamiento adecuado del mercado regulado, y controlar o impedir el acaparamiento y la especulación capitalista que se aprovecha de las necesidades de la población y del funcionamiento de la ley capitalista de la oferta y la demanda, es indispensable abastecer a la población con bienes, servicios y conocimientos, producidos por un sector socialista de la economía, que debe ser cada día más dinámico. Además es necesario crear sistemas de distribución y formación de precios, que por el uso planificado de mecanismos económicos contribuyan al funcionamiento del mercado regulado.
Más adelante, se debe pasar del mercado regulado por el Estado socialista, a un sistema de distribución e intercambio de tipo socialista. Éste se irá extendiendo de manera plena en toda la sociedad en la medida en que avance el sector productivo socialista de la economía. Para que esto se convierta en realidad, el Estado debe apoyarse en la acción de los Consejos Comunales y en la Contraloría Social, para definir con precisión los mecanismos de distribución y fijación de los precios. En este sentido, se deben diferenciar cuáles necesidades de la población son prioritarias, primarias o secundarias; y cuales son artificiales, debido a que han sido creadas por la propaganda y el consumismo capitalista.
El socialismo implica crear un nuevo sistema de intercambio de bienes y servicios que tenga en cuenta los intereses diferenciados y complementarios de individuos, familias, comunidades; de pueblos y países; de diferentes tipos de productores y consumidores; de trabajadores que participan directa o indirectamente en los procesos productivos, de distribución o de intercambio; y en general, de todos aquellos que cumplen una u otra función en la sociedad. Para avanzar consciente y firmemente en la construcción del socialismo del siglo XXI en la República Bolivariana de Venezuela, se deben sustituir progresivamente las relaciones de producción capitalistas por otras socialistas, -que son su antítesis-, libres de explotación y no alienadas ni alienantes, en todas y cada una de las partes componentes y en todas las fases del ciclo socio-económico.
Y para que esto sea posible, es necesario que todos estos grupos sociales participen de manera conjunta, a través de sus voceros, en la gestión de los procesos de producción, distribución, intercambio y consumo de la sociedad. La planificación debe articular tanto a los productores como a los consumidores y otros grupos sociales afectados por sus actividades.
Además, para que se cumplan los objetivos fundamentales del socialismo se debe lograr que los bienes y servicios sean accesibles a los trabajadores que han participado en su creación y a la población que las requiere, teniendo en cuenta las prioridades establecidas. Esta oferta debe ocurrir en los tiempos y lugares adecuados, así como en cantidades necesarias y precios justos, y en algunas ocasiones a precios solidarios, para poblaciones en condiciones de vulnerabilidad social o pobreza extrema.
Un ejemplo elocuente es la experiencia del Mercado Comunitario de Frutas y Hortalizas, que surgió con el apoyo de la Alcaldía del municipio Libertador de Caracas y de su Instituto Integral de Mercados y Alimentos (INMERCA), en el segundo semestre de 2009 en la Carretera Vieja Caracas-La Guaira, para complementar a MERCAL y PDVAL3, que no venden ni frutas ni hortalizas. Este mercado o espacio de intercambio, que funcionaba solo los días sábados y que logró suprimir una parte de los intermediarios que encarecen los productos, era completamente planificado y controlado por la comunidad. Buscaba satisfacer la necesidad de alimentos frescos en lugares cercanos a los sitios de vivienda y ser un espacio para el encuentro de la comunidad y para el desarrollo de la cultura socialista. Sus organizadores pretendían también que fuera un medio didáctico para el aprendizaje del socialismo a través de la experiencia, una escuela de socialismo. Si llegara a quedar algún excedente, es la comunidad la que decidiría qué hacer con él.
Esta experiencia no continuó su desarrollo y fue interrumpida por problemas relacionados con la inseguridad, falta de persistencia de los miembros de la comunidad y falta de apoyo institucional. Pero podrá retomarse en un futuro cercano. Como en esta y otras experiencias que tienen lugar en Venezuela, se requiere crear de manera planificada, con propósitos socialistas, espacios en los que se pueda experimentar nuevas formas y métodos de intercambio. Su observación y evaluación, así como la del comportamiento de los diferentes grupos humanos frente a su aplicación y resultados prácticos, deberá servir para desarrollar la teoría de la economía política de la transición del capitalismo al socialismo, es decir, de la construcción del socialismo en su primera fase.
Esto permitirá, con la participación de productores y consumidores, y de los diversos grupos no parasitarios de la sociedad, establecer los sistemas, procedimientos y mecanismos que en la práctica hagan posible un intercambio socialmente justo y eficiente. Un intercambio que permita satisfacer las necesidades humanas, sin que en este proceso se verifique la explotación de unos seres humanos por otros, ni la acumulación privada de capital.
Con este propósito se empiezan a realizar procesos sistemáticos de formación y auto-formación, teóricos y prácticos, en los que participa toda la sociedad. Estos permiten poner en evidencia las injusticias e inconveniencias del mercado capitalista. A partir de esos conocimientos, se debe pasar a construir, con la participación de todos los sectores sociales, nuevas formas de relación e intercambio basadas en criterios de igualdad compleja, equidad, justicia social y solidaridad.
Consideraciones finales
De lo que se trata es de construir desde lo local y lo regional las bases económicas y sociales para que pueda existir equilibrio y control mutuo entre los diferentes sectores sociales e intereses (sanos y no parasitarios) involucrados en los procesos económicos, para que ninguno pueda ejercer un poder hegemónico que afecte negativamente a los demás. Pues hay que tener en cuenta que existen objetivamente intereses que son complementarios y contradictorios al mismo tiempo, como pueden ser entre productores y consumidores. Los productores pueden estar interesados en obtener mayores ingresos, mientras que los consumidores tienen centrado su interés en la buena calidad, cantidades suficientes, precios justos de los productos, etc.
Con la economía de propiedad social y gestión socialista múltiple que se propone en este trabajo, se pretende que los diferentes sectores complementarios, mediante su participación realmente democrática en el trabajo y la propiedad, tomen decisiones de manera concertada que beneficien equitativamente a toda la sociedad. Se busca que ellos se controlen mutuamente, para contrarrestar los mecanismos que generan incesantemente burocratismo, corrupción y concentración del poder y la riqueza.
Esto permitirá que el poder popular en sus diversas formas de organización (consejos de trabajadores, consejos comunales, consejos de productores de materias primas) participe en la planificación de la economía. De esa manera, los órganos de poder del pueblo pueden determinar conjuntamente con el Estado a escala nacional, regional o local, según sea el caso, qué se debe producir, en qué cantidades y calidades, a qué precios vender, etc., y cuál debe ser la distribución adecuada de los ingresos de la empresa: qué parte será para ampliar y mejorar la producción, qué parte corresponde a los trabajadores, qué parte para mejorar la vida de las comunidades y, en general, cómo se distribuirán los excedentes.
La política del Estado debe orientarse a la construcción planificada y progresiva de sistemas integrales que abarquen el financiamiento y auto-financiamiento comunal, la producción de maquinaria y equipos, materias primas, insumos, procesamiento industrial, distribución y comercialización, hasta llegar a los consumidores finales, para fomentar relaciones socialistas de equidad y cooperación entre los diversos sectores participantes en los procesos económicos. Siempre con participación de los trabajadores, el Estado y los destinatarios de la producción y los servicios, -es decir, los consumidores, el pueblo, a través de los consejos comunales y las comunas socialistas (el poder popular)-, en la propiedad y en las decisiones estratégicas de las redes socioproductivas y en sus empresas claves estructurantes.
Para lograr este propósito es necesario desarrollar la conciencia socialista, la adecuada capacitación técnico-productiva, la organización y la acción de trabajadores y comunidades. También es importante lograr su articulación eficiente con los diferentes ministerios, instituciones y organizaciones sociales, concertados en la creación de espacios de reflexión, estudio, investigación y planificación de la construcción de la economía socialista, que permitan el diseño conjunto de los sistemas integrales, así como su ejecución práctica. Esto permitirá avanzar en la creación de las mejores condiciones económicas, sociales, políticas y culturales para convertir en realidad el gran anhelo de El Libertador Simón Bolívar: la mayor suma de seguridad social, estabilidad política y felicidad posibles para toda la población.
* Rafael Enciso es economista investigador, colombiano, egresado de la Fundación Universidad Autónoma de Colombia en 1980. Realizó estudios en Ciencias Políticas y Sociales entre 1985 y 1987, en el Instituto de Ciencias Sociales en Moscú, en la desaparecida Unión Soviética. Ha trabajado en el área de reactivación económica y generación de empleo y trabajo productivo mediante procesos de autogestión y desarrollo empresarial comunitario. Ha desarrollado trabajos orientados al diseño y construcción de sistemas de economía solidaria para el desarrollo local y regional; así como trabajos relacionados con el diseño de un nuevo sistema socioeconómico y modelo de desarrollo sustentable para el siglo XXI. En Venezuela trabajó desde el año 2006 como Asesor del Viceministerio de Finanzas y Apoyo a la Comercialización del Ministerio para la Economía Popular. En los años 2007 y 2008 se desempeñó como Investigador y Formador del Centro de Investigación, Formación y Apoyo para la Economía Socialista (CIFAES) de la Corporación de Industrias Intermedias de Venezuela (CORPIVENSA), donde realizó Investigaciones relacionadas con la Gestión Socialista de las Empresas y la reestructuración socialista de las cadenas de producción, distribución, intercambio y consumo. En este período escribió en conjunto con Jaime Corena Parra, el libro Didáctica de la Economía Política de la Construcción Socialista. Durante el año 2009 se desempeñó como Asesor del Ministerio de Planificación y Desarrollo donde diseñó una propuesta de “Formación para la Gestión Socialista de las Empresas de Propiedad Social, -la que aún no se ha puesto en práctica en Venezuela-, a partir del trabajo colectivo realizado durante los últimos tres años en el diseño de un Modelo de Gestión para el Socialismo del Siglo XXI, con participación de trabajadores de industrias, instituciones del Estado, Consejos Comunales y productores de materias primas. En la actualidad (2010) trabaja como Asesor de la Presidencia del Instituto de Ingeniería para la Investigación y Desarrollos Tecnológicos del Ministerio del Poder Popular para la Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias (MPPCTII).Texto completo en formato Pdf para descargar
09/01/12
Rafael Enciso, Εργατικός Έλεγχος, 21ος αιώνας – Εργατικός Έλεγχος στη Σύγχρονη Εποχή, Βενεζουέλα, Λατινική ΑμερικήTopicΝαιΝαιCurrent DebateΌχι -
German14/01/12Rezension von Dario Azzellini
"Der heute weitgehend unbekannte Richard Müller war Leiter der Revolutionären Obleute und politisch „zwischen 1916 und 1921 eine der einflussreichsten Persönlichkeiten der Arbeiterbewegung“ (S. 216) in Deutschland. Die Revolutionären Obleute waren eine der Gruppen, die zu den Organisatoren der Massenstreiks 1916–1918 gehörten, und die einzige Organisation, die gegen den Krieg arbeitete und über eine Verankerung in den Betrieben verfügte.
Und sie waren die zentrale Stütze der Novemberrevolution 1918.
Es war ihre klandestin organisierte Zellenstruktur, die den Aufstand wesentlich trug. Mit der Mischung aus Avantgarde- und Basisorganisation vertraten die Revolutionären Obleute Tausende von Arbeitern aus den Betrieben Berlins."Ganzer Text ald pdf.Datei zum Herunterladen
Aus: Sozial.Geschichte Online, Nr. 6, November 2011, 263-268.
Αρχές του 20ού αιώνα – Εργατικά Συμβούλια και Εργατικός Έλεγχος κατά τη διάρκεια Επαναστάσεων, Γερμανική Επανάσταση 1918/1919, Κριτικές Βιβλίων, Dario Azzellini, Εργασιακή Διαμάχη, Εργατικά Συμβούλια, Γερμανία, Richard MüllerMediaΝαιΝαιNoΌχι -
English12/01/12The 124 workers of Bike Systems in Nordhausen have occupied the factory since the July 2007. At the end of October 2007 they will start producing solidarity bicycles under self management.
Nordhausen is a small town in Thuringia (former DDR). Of its 43,000 inhabitants 7,500 are unemployed. Bicycles have been produced here since 1986, initially as part of an engine factory with 4,000 workers. After German reunification, only the bicycle production remained, and most recently 135 workers and up to 160 temporary workers were labouring there. In December 2005 private equity fund Lone Star bought out Biria Group, the owner of the factory in Nordhausen and another in Neukirch, and proceeded to 'restructure it into the ground', in an apparent bid to eliminate competition for nearby MIFA, in which the fund also holds a 25% stake. In December 2006 the Neukirch factory was the first to be closed. There was no resistance and their fellow workers at Nordhausen were relieved to have been spared. Until, that is, they were told at a staff meeting on the 20th of June 2007 that production at Nordhausen would also stop by the end of the month. Here, also, things remained calm initially. No protest, no suggestions for resistance. During the following days workers showed up, dutifully finished off the last jobs and threw goodbye parties.
Up to here it sounds just like any other of the common sad stories we have experienced in so many places: when they said the company was in trouble the workers did without pay – to save their jobs. When the company needed them, they worked overtime and on weekends. And when the factory is finally being closed, nothing can be done?
But it turned out differently this time. At another staff meeting on the 10th of July the works council announced the latest news regarding the Sozialplan [1] (redundancy programme). The managing directors had explained that the remaining company capital would not even pay for the notice period. Thus additional pay-offs or employment and qualification schemes (Auffanggesellschaft) [2] were out of the question. There was no more calm after this announcement. The workers, outraged by this "injustice", had the idea to occupy the factory – and immediately put it into practice. Everyone agreed and everyone took part.
Looking for the lost strike culture
The workers had no experience with struggles. They had never been on strike and there was no role model for their occupation. It surprised them, how well they were able to make it work. First they assigned the different shifts to the picket line round the clock, they painted transparencies and used oil drum fires for the cold at night. "Please blow your horn", a worker wrote on her sign. There has been an incredible noise outside the gates ever since. Almost everyone who comes past on the busy road loudly announces their solidarity.
Texas-based Lone Star juggles hundreds of millions of dollars worldwide. The workers have taken on a mighty enemy – and they had nothing in their hands to put Lone Star under pressure. The last bicycles had been delivered; there was no material left in the hall and only few machines. On the second day of the occupation the company tried to get an eviction order, so as to bully the workers with an ultimatum and threats. But the court decided in favour of the workers, who declared that they were holding a lengthy staff meeting. The police left and the occupation was thus made almost legal.
Over the last few years, workers in a few factories have stopped work by holding staff meetings stretched over several days in situations where they were not allowed to strike legally. In Germany, striking is only allowed under very limited conditions. Workers cannot call a strike, only trade unions can. But there is a hole in the law when it comes to staff meetings: it states nothing about their admissible length. Thus, the six day wildcat strike at Opel in Bochum in October 2004 was officially called an "information event", and instead of working, 2000 workers at the multinational Alstom in Mannheim talked about planned redundancies for five whole days in April 2005.
For a long time it looked as if workers in Germany were willing to put up with anything but in the last few years there have been a few strikes against redundancies and further deterioration of working conditions: at Gate Gourmet at Duesseldorf airport, at AEG Nuremberg (a household appliance manufacturer), at the machine factory CNH, at the Bosch-Siemens household appliance factory in Berlin, in the civil service and currently at Deutsche Bahn, where train drivers are demanding a 31% wage rise. So far struggles have remained isolated and have not condensed into a strike wave. There are autonomous approaches in the struggles, but until now the negotiating logic of unions has dominated and the material results are no reason to celebrate. But in the individual struggles one can sense the intention to start developing a workers' power again, going beyond the usual strike rituals of the union buraucracy, which are not supposed to hurt anyone and never do. New forms of action such as blockades were tried out and there have been attempts to overcome the isolation of single sites: the Gate Gourmet workers from Duesseldorf and London visited each other and the Bosch-Siemens workers were allied with Siemens workers from other cities on their "solidarity march". As the unions don't usually support such attempts it was necessary to work with support groups on the left. At the beginning of the occupation only few workers at Bike Systems in Nordhausen were organised in Germany's largest metal workers' union IG Metall (IGM). IGM supports the occupation. But at the same time the workers are working together with the small anarcho-syndicalist union FAU on the 'Aktion Strike Bike'.
Strike Bike: a little bit of self-management and a lot of publicity
The unusual news that a factory was occupied in the middle of Germany prompted some leftists to travel to Nordhausen. They talked about of past times and far away countries: the occupation of the watch factory LIP 1973 in Besançon (France); the takeovers of factories in Argentina since 2001. Some proposed to do the same thing: not to wait for an investor but to start production again under self-management. But the workers were sceptical – for good reasons. After all, this is not about a small bicycle workshop, but about 124 workers and a factory that acts on the global market. Individual components come from China and other Asian countries. Final assembly in Europe can pay off, as transport for finished bicycles is more expensive, but the profit margin is small. It is also not clear what kind of buying conditions the workers as self-managed production unit would be able to negotiate. They are too small when compared to multinationals and too big for a self-managed niche production. It would be hard to start out with the occupied factory almost empty. The workers have calculated that they would need 7 million euros as seed capital in order to be able to take up production again. All in all these aren't good conditions for an experiment in self-management – but some occupiers started to like the notion. When the FAU offered to support distribution, the idea of producing a "worker-solidarity-bicycle" in a limited edition was born.
The Strike Bike is a simple, solid bicycle costing 275 euros. So as to be able to buy the material at an appropriate price at least 1,800 bicycles have to be made and the customers have to pay in advance. The workers announced their plan on the 21st of September. FAU started a website and mobilised all its contacts: the workers themselves and other leftists distributed the idea and order forms. The Strike Bike got all sorts of different circles excited. During the first few days there was still some scepticism whether so many pre-orders could be got together. But more and more orders arrived everyday from all parts of Germany and numerous other countries. The necessary number was outdone. The Strike Bike is already sold out, the material for 2000 bikes has been ordered. Production will start on the 22nd of October.
The occupation has been going for three months now. The workers with their Aktion Strike Bike want to refute Lone Star's statement that the factory "cannot be rehabilitated". But they are also showing that self-managed industrial production is possible, not only in Argentina. For the future they are hoping for an investor. Apparently there are several interested parties. If it is not possible to continue production at all or not soon enough they demand a political solution. There are currently negotiations with LEG Thuringia about an Auffanggesellschaft (see above).
The conflict has taken on new dynamics because of the announcement of self-managed production. Before then, mostly local and left media had reported on the occupation. But now the Strike Bike is featured in the middle-class press and on several TV channels. This publicity will help the workers with demands to the state. Whatever will be the outcome of this action – through it the workers have already shown that resistance is possible. They have not let themselves be pushed into unemployment without a redundancy plan by the usual logic that the company is indebted and there is no more money. They have not complained and appealed, they acted. If their example is taken on, some financial investors might think twice about buying companies for asset-stripping.
(1) An arrangement made by the work council and the employee for compensation or lessening of economic disadvantages for the employee resulting from planned company changes. (translator's note)
(2) A company formed by an insolvent business as part of the Sozialplan to help workers into another job through training and/or employment schemes; basically it's a state-funded 'soft landing' into unemployment. (translator's note)
Reprinted from LabourNet.de, December 1012
Bike Systems, Εργασιακή Διαμάχη, Εργατική Αυτοδιαχείριση, 21ος αιώνας – Εργατικός Έλεγχος στη Σύγχρονη Εποχή, Γερμανία, ΕυρώπηExperiencesΝαιΝαιNoΌχι -
French12/01/12
« Je vous remercie Madame, mais votre Dieu est vraiment trop du côté des versaillais. » (Louise Michel / 1830-1905 / à une femme lui apportant les secours de Dieu dans sa prison à Versailles)
C’est probablement la plus connue des « pétroleuses ». Militante des femmes et anarchiste, institutrice et écrivaine (livres, poèmes) elle a eut une vie extraordinaire. Elle est née le 29 mai 1830 à Vroncourt-la-Côte (Haute-Marne) et morte le 9 janvier1905 à Marseille.C’est une militante anarchiste et l’une des figures majeures de la Commune de Paris. Première à arborer le drapeau noir, elle popularise celui-ci au sein du mouvement anarchiste.
Préoccupée très tôt par l’éducation, elle enseigne quelques années avant de se rendre à Paris en 1856. À 26 ans, elle développe une activité littéraire, pédagogique, politique et activiste importante et se lie avec plusieurs personnalités révolutionnaires blanquistes des années 1860.
En 1871, elle participe activement aux événements de la Commune de Paris, autant en première ligne qu’en soutien. Capturée en mai, elle est déportée en Nouvelle-Calédonie où elle s’éveille à la pensée anarchiste. Elle revient en France en 1880, et, très populaire, elle multiplie les manifestations et réunions en faveur des prolétaires. Elle reste surveillée par la police et est emprisonnée à plusieurs reprises, mais poursuit inlassablement un activisme politique important jusqu’à sa mort à l’âge de 74 ans. Elle représente encore aujourd’hui une personnalité influente dans la pensée révolutionnaire et anarchiste.
Jeunesse
C’est la fille du châtelain Étienne-Charles Demahis et de sa servante, Marie-Anne Michel. Elle grandit dans la famille de ses grands-parents, et où elle semble avoir été heureuse, faisant preuve, très jeune, d’un tempérament altruiste. Elle reçoit une bonne instruction et une éducation libérale, lisant Voltaire et Rousseau.
À partir de 1851, elle poursuit des études à Chaumont pour exercer la profession de « sous-maîtresse » (institutrice), brevet qu’elle obtient en 1852 à Versailles. En septembre 1852, à 22 ans, elle crée une école libre à Audeloncourt où elle enseigne durant une année avant de se rendre à Paris. Fin 1854, elle ouvre une école à Clefmont ou elle enseigne là aussi durant une année.
À Paris
En 1856, elle vient s’installer à Paris dans la pension de Madame Voillier avec laquelle elle entretient des rapports quasi-filiaux. Elle enseigne dans le quartier du Château d’eau, Pendant les quinze ans qui suivent, elle poursuit régulièrement son activité d’enseignante. En 1865, elle ouvre une école (un externat) rue Houdon, puis un autre cours rue Oudot en 1868. Elle se montre favorable à des idées très nouvelles comme des écoles professionnelles et des orphelinats laïcs.
Intéressée par la littérature, elle publie plusieurs textes, et notamment des poèmes, qu’elle signe sous le pseudonyme d’Enjolras. Elle aurait probablement aimé vivre de sa plume. Dès le mois d’août 1851, elle aurait rencontré Victor Hugo, un des personnages les plus célèbres et les plus respectés de l’époque. Elle entretient avec lui une correspondance de 1850 à 1879, et lui adresse quelques poèmes. Louise est entièrement sous le charme. Victor Hugo la dépeint telle « Judith la sombre Juive » et « Aria la Romaine » dans son poème Viro Major, femmes aux destins exceptionnels et tragiques.
Elle côtoie les milieux révolutionnaires et rencontre à cette époque Jules Vallès, Eugène Varlin, Raoul Rigault et Émile Eudes, collabore à des journaux d’opposition comme Le Cri du peuple. En 1862, elle devient sociétaire de l’Union des poètes. En 1869, elle est secrétaire de la Société démocratique de moralisation, ayant pour but d’aider les ouvrières. À cette époque, Louise est blanquiste, c’est-à-dire adepte du mouvement révolutionnaire et républicain socialiste fondé par Auguste Blanqui.
En août 1870, à 40 ans, en pleine guerre franco prussienne, elle manifeste contre l’arrestation des blanquistes Eudes et Brideau. En septembre, après la chute de l’Empire, elle participe au Comité de vigilance des citoyennes du XVIIIe arrondissement de Paris dont elle est élue présidente. Elle y rencontre Théophile Ferré, frère de Marie Ferré, dont elle tombe passionnément amoureuse. Dans Paris affamé, elle crée une cantine pour ses élèves. Elle rencontre Georges Clemenceau, maire de Montmartre. On assiste alors à d’étonnantes manifestations : femmes, enfants, gardes fédérés entourent les soldats qui fraternisent avec cette foule joyeuse et pacifique. Louise Michel fait alors partie de l’aile révolutionnaire la plus radicale aux côtés des anarchistes, et pense qu’il faut poursuivre l’offensive sur Versailles pour dissoudre le gouvernement d’Adolphe Thiers qui n’a alors que peu de troupes. Elle est même volontaire pour se rendre seule à Versailles et tuer Thiers. Elle n’est pas suivie et le projet avorte.
La Commune
À quarante ans, membre du Comité de vigilance de Montmartre, Louise est très active lors de la Commune de Paris. Selon une anecdote fameuse, le 22 janvier 1871, en habit de garde nationale, elle fait feu sur l’Hôtel-de-Ville. Propagandiste, garde au 61e bataillon de Montmartre, ambulancière, et combattante, elle anime aussi le Club de la Révolution à l’église Saint-bernard de la Chapelle. Elle rencontre à cette occasion le maire du 18e arrondissement, Clemenceau. Les elle participe activement à l’affaire des canons de la garde nationale sur la butte Montmartre.
En avril-mai, lors des assauts versaillais contre la Commune, elle participe aux batailles de Clamart, Issy-les-Moulineaux, Neuilly et à la barricade de Clignancourt pendant lequel elle tire ses derniers coups de feu. Elle se rend pour faire libérer sa mère, arrêtée à sa place. Elle est détenue au camp de Satory près de Versailles où elle assiste alors aux exécutions et voit mourir ses amis, parmi lesquels son ami Théophile Ferré, auquel elle fait parvenir un poème d’adieu : Les Œillets rouges. Le peintre Jules Girardet a représenté cette scène à Satory haranguant des communards. Elle déclara devant ses juges : « Ce que je réclame de vous qui vous donnez comme mes juges, c’est le champ de Satory où sont tombés nos frères… »
Elle réclame la mort au tribunal. C’est en l’apprenant que Victor Hugo lui dédie son poème Viro Major. Entre 1871 et 1873, elle passe vingt mois en détention et est condamnée à la déportation. La presse versaillaise la nomme la Louve avide de sang ou la Bonne Louise.
La déportation à Nouméa
Embarquée en août 1873 pour être déportée en Nouvelle-Calédonie, elle chante avec d’autres communards Le Temps des Cerises. Elle arrive sur l’île après quatre mois de voyage. À bord, elle fait la connaissance d’Henri Rochefort, célèbre polémiste, et de Nathalie Lemel, elle aussi grande animatrice de la Commune. C’est sans doute au contact de cette dernière que Louise devient anarchiste. Elle reste sept années en Nouvelle-Calédonie, refusant de bénéficier d’un autre régime que celui des hommes. Elle crée le journal Petites Affiches de la Nouvelle-Calédonie et édite « Légendes et chansons de gestes Kanaks ». Elle cherche à instruire les autochtones kanaks et, contrairement à certains Communards qui s’associent à leur répression, elle prend leur défense lors de leur révolte en 18781. Elle obtient l’année suivante l’autorisation de s’installer à Nouméa et de reprendre son métier d’enseignante. Clemenceau, qui lui vouait une grande admiration, continuait de lui écrire durant sa déportation et lui adressait des mandats.
Retour en France
De retour à Paris le 9 novembre 1880, après avoir débarqué dans le port de Dieppe, elle est chaleureusement accueillie par la foule. Elle reprend son activité militante, donnant de nombreuses conférences, intervenant dans les réunions politiques. Deux mois après son retour, elle commence à faire publier son ouvrage « La Misère », qui remporte un vif succès.
Elle ne prend que faiblement part à l’agitation provoquée par l’affaire Dreyfus, mais jusqu’à sa mort elle se réclame du mouvement anarchiste. En mars 1882, lors d’un meeting à Paris, Louise Michel désirant se dissocier des socialistes autoritaires et parlementaires, se prononce sans ambigüité pour l’adoption du drapeau noir par les socialistes libertaires : « Plus de drapeau rouge mouillé du sang de nos soldats. J’arborerai le drapeau noir, portant le deuil de nos morts et de nos illusions ».Ce nouvel engagement est bientôt concrétisé par l’action : le 9 mars 1883, elle mène aux Invalides, avec Émile Pouget, une manifestation au nom des « sans-travail » qui dégénère rapidement en pillages de trois boulangeries et en affrontement avec la police. Louise, qui se rend aux autorités quelques semaines plus tard, est condamnée en juin à six ans de prison assortis de dix années de surveillance de haute-police, pour « excitation au pillage ». En janvier 1886, le président de la République, Jules Grévy, la gracie. Pourtant dès août, elle est de nouveau emprisonnée pour quatre mois à cause d’un discours prononcé en faveur des mineurs de Decazeville, aux côtés de Jules Guesde et Paul Lafargue. Refusant de faire appel, elle est finalement relâchée en novembre suite à une remise de peine.
En janvier 1887, elle se prononce contre la peine de mort, en réaction à la peine capitale à laquelle vient d’être condamné son ami Duval. Le 22 janvier 1888, après avoir prononcé dans l’après-midi un discours au théâtre de la Gaîté du Havre, elle est attaquée dans la soirée à la salle de l’Élysée par le « chouan » Pierre Lucas qui lui tire deux coups de pistolet ; blessée à la tête, elle refuse de porter plainte.
En avril 1890, Louise Michel est arrêtée à la suite d’un discours qu’elle a prononcé à Saint-Étienne et de sa participation à un meeting qui entraîna de violentes manifestations à Vienne. Un mois plus tard, elle refuse sa mise en liberté provisoire, car ses co-inculpés restent en prison. Elle finit par tout casser dans sa cellule, un médecin demande alors son internement comme « folle ». Le gouvernement, qui redoute sa popularité, s’y oppose. Elle a alors 60 ans. Finalement, elle est libérée et quitte Vienne pour Paris. En juillet, Louise se réfugie à Londres où elle gère une école libertaire pendant quelques années. À son retour le 13 novembre 1895, elle est accueillie par une manifestation de sympathie à la gare Saint-Lazare.
Pendant ses dix dernières années, Louise Michel, devenue une grande figure révolutionnaire et anarchiste, multiplie les conférences à Paris et en province, accompagnées d’actions militantes et ce malgré sa fatigue ; en alternance, elle effectue des séjours à Londres en compagnie d’amis. En 1895, elle fonde le journal Le Libertaire en compagnie de Sébastien Faure. Le 27 juillet 1896, elle assiste à Londres au congrès international socialiste des travailleurs et des chambres syndicales ouvrières. Très surveillée par la police, elle est plusieurs fois arrêtée et emprisonnée, et condamnée à six ans d’incarcération et libérée au bout de trois ans sur intervention de Clemenceau, pour revoir sa mère sur le point de mourir. Quelques mois avant sa mort, d’octobre à décembre 1904, Louise Michel alors âgée de 74 ans, se rend en Algérie avec Ernest Girault pour une tournée de conférences.
Elle meurt en janvier 1905 à Marseille. Le matin du 21 janvier, ses funérailles drainent à Paris une foule de plusieurs milliers de personnes. De nombreux orateurs prirent la parole et, parmi eux, le Vénérable de la Loge de la Fraternité Universelle. Insignes et emblèmes maçonniques fleurirent sur sa tombe au cimetière de Levallois-Perret. L’anarchiste Sébastien Faure fit observer qu’elle n’avait jamais appartenu à aucune association, pas même anarchiste, puisque ce mouvement n’était pas encore structuré en fédération. Quand on lui demanda pourquoi elle ne s’y était jamais présentée au rite d’initiation, elle répondit : « Il y a longtemps que j’aurais été des vôtres si j’eusse connu l’existence de loges mixtes, mais je croyais que, pour entrer dans un milieu maçonnique, il fallait être un homme ».
Son œuvre littéraire comporte peu d’écrits théoriques mais surtout de nombreux poèmes, des légendes et des contes pour les enfants auxquels elle ne cessa jamais de s’intéresser. Louise Michel est davantage passée à la postérité pour son activisme pour la « révolution sociale », comme elle-même le disait.
De nombreuses écoles, collèges et lycées portent son nom ainsi qu’une station de métro à Levallois Perret. Le 11e bataillon de la XIIIe Brigade internationale avait reçu le nom de « Louise Michel ». Un film biographique « Louise Michel la rebelle », réalisé par Sólveig Anspach, est sorti en France le 7 avril 2010. Louise Michel y est interprétée par Sylvie Testud.
Association Autogestion
12 janvier 2012
http://www.autogestion.asso.frAuthorsΝαιΝαιNoΌχι -
French10/01/12
La décision du Tribunal de commerce de Paris est tombée ce 9 janvier 2012 : cessation d’activité et liquidation de la compagnie SeaFrance. Dans quelques jours, les 880 salarié-es de cette entreprise recevront leurs lettres de licenciement, ce qui, n’en doutons-pas, constituera un drame pour de nombreuses familles.
La question des actifs de l’entreprise, en l’occurrence les navires, a été, quoique de façon feutrée, au centre des débats. Pour mémoire, SeaFrance détenait quatre navires dont trois en pleine propriété (Rodin, Berlioz et Nord-Pas-de-Calais) et un en cours de financement (Molière). Le Rodin acheté en 2001, d’une capacité de 1900 passagers, vaudrait, selon la CFDT SeaFrance, 72 millions d’euros. Le Berlioz, plus récent et de même capacité vaudrait 85 millions d’euros. Enfin le Nord-Pas-de-Calais, acheté en 1987 et exclusivement réservé au fret, ne vaudrait plus que 11 millions d’euros. La valeur des navires possédés en pleine propriété par SeaFrance serait donc de 168 millions d’euros.
La proposition de financement de la CFDT de SeaFrance consistait à transférer la totalité de l’actif de la compagnie à la SCOP, laquelle aurait été en mesure de revendre un des navires à une Société d’Economie Mixte, pour une somme d’environ 50 millions d’euros, pour le louer ensuite à l’entreprise qui pourrait ainsi l’exploiter. La SCOP engrangeait ainsi les 50 millions nécessaires à son fonctionnement. On peut s’étonner que le projet de la CFDT propose le transfert pur et simple de l’actif de la compagnie sans contrepartie financière. Il faut prendre en compte que dans ce cadre, la SCOP garantissait de maintenir la totalité des emplois restants à SeaFrance. Il est à noter que l’offre concurrente présentée le 16 novembre 2011 par DFDS et Louis Dreyfus Armateurs ne proposait que 5 millions d’euros pour reprendre l’actif avec 420 nouvelles suppressions d’emplois et sans aucune garantie dans la durée sur les postes restants. On le voit, la proposition de la CFDT est tout sauf ridicule comparée à celle de DFDS/LDA rejetée il y a deux mois par le Tribunal de commerce. On peut donc s’interroger sur les motivations de ce Tribunal qui vient de facto de rejeter définitivement l’offre de la CFDT en procédant à la liquidation de l’entreprise.
A qui appartiennent ces bateaux ? D’un point de vue strictement juridique, à SeaFrance, filiale à 100% de la SNCF. Cette dernière étant un Etablissement public à caractère industriel et commercial (EPIC), on peut donc assurément en conclure que la propriété de ces bateaux est publique, qu’en tant que citoyen-nes, nous sommes copropriétaires de ceux-ci. De ce point de vue, nous serions fondés à exiger de la part des repreneurs, avant ou après liquidation, le meilleur prix pour ces navires. Maintenant que la liquidation vient d’être prononcée, on parle de 36 millions d’euros d’indemnités que la SNCF devra verser aux salarié-es. Est-ce que le Tribunal obtiendra pour les navires suffisamment pour couvrir ces indemnités et autres frais de liquidation ? On peut raisonnablement s’interroger quand on se rappelle l’offre de DFDS d’un montant de 5 millions d’euros : en cas de liquidation dans un délai court, les actifs sont souvent bradés. Attendons de voir si la solution qui émergera sera, pour la SNCF, financièrement préférable à celle proposée par la CFDT qui ne coûtait pas un centime au contribuable…
Pour autant, on aurait tort d’appliquer aux biens publics (les navires de SeaFrance) une logique strictement financière et capitaliste. Avant 2008, SeaFrance était une compagnie prospère qui avait réussi à autofinancer deux acquisitions récentes, le Rodin et le Berlioz. La CFDT de SeaFrance fait valoir que ces financements ont été réalisés par le travail des salarié-es de SeaFrance, ce qui est tout, sauf une approche absurde. De ce point de vue, le minimum que devaient garantir ces actifs était le maintien de l’emploi de ces mêmes salarié-es. Or le Tribunal de commerce vient d’en décider autrement et c’est logique : il ne fait que suivre la règle du Capital qui est la recherche de la rentabilité financière.
Le transfert des navires à la SCOP faisait passer ceux-ci d’une propriété publique à une propriété coopérative. Les navires auraient appartenu à la SCOP laquelle appartient à ses salarié-es. Toutefois, le mode de détention d’une coopérative par rapport à une entreprise classique est particulier : ce ne sont pas les apports financiers qui déterminent le pouvoir mais l’assemblée des sociétaires qui se prononcent sur la base d’une voix par individu. Par ailleurs, à la différence d’une entreprise capitaliste, une part coopérative ne se revalorise pas et les résultats non distribués de l’entreprise constituent des réserves impartageables qui ont la faculté de n’appartenir à personne et donc à tout le monde : ce sont les utilisateurs et travailleurs de l’unité de production qui bénéficient de ceux-ci. C’est une forme non étatique de propriété publique qu’il convient de souligner.
Les salarié-es de SeaFrance, mis au pied du mur par les difficultés économiques et probablement une mauvaise gestion, se proposaient de reprendre l’entreprise, c’est-à-dire de prendre à leur compte les aléas futurs de la gestion de SeaFrance. Position qu’ils ne souhaitaient pas mais qui leur a été imposée par les évènements. Position courageuse et responsable. Position qui les mettaient désormais en position d’acteurs et non plus de salarié-es assujettis à une direction nommée par une autre direction. Dès lors transférer la propriété des bateaux à la SCOP ne constituait pas un « bradage » des actifs publics, mais une juste utilisation utilisation de ceux-ci : le maintien de l’emploi. Cela ouvrait la perspective d’une société juste dans laquelle chacun a une place digne : un travail, un revenu et aussi le contrôle démocratique de son devenir. Nul doute que c’est ce dernier élément qui a cruellement manqué à SeaFrance et qui deviendra un thème majeur du débat politique dans les années à venir.
Chérèque envisage l’exclusion de militants
Depuis quelques jours, une campagne se déroule dans les médias contre la section CFDT de SeaFrance parlant de « dérives », de « pratiques obscures et frauduleuses »… Il n’est évidemment pas question pour l’Association pour l’Autogestion de cautionner de tels comportements si ceux-ci s’avéraient réels. Cependant, on ne peut qu’être frappé de la coïncidence entre cette campagne, la décision de liquider SeaFrance et les propos pour le moins surprenants de François Chérèque, secrétaire général de la CFDT. Selon lui, « leur coopérative n’est pas viable ». Il condamne sa section syndicale pour ne pas avoir privilégié la recherche d’une solution avec le groupe Louis Dreyfus, alors que celui-ci travaillait avec l’armateur danois DFDS sur un plan prévoyant le licenciement d’une nouvelle moitié du personnel. Autrement dit, la section CFDT de SeaFrance a eu le tort de vouloir préserver la totalité des emplois. Et pourtant, c’est probablement ce qui explique que cette section est largement majoritaire dans l’entreprise (70% des votes, 80% chez les marins). Ceci n’empêche pas François Chérèque d’annoncer « je serai certainement amené dans les jours qui viennent à proposer leur exclusion de la CFDT. J’ai un peu honte, ce matin, de ces militants qui n’ont pas un comportement honorable ». Triste visage que donne aujourd’hui la confédération CFDT.
Association Autogestion
10 janvier 2012
http://www.autogestion.asso.frBenoît Borrits, Συνεταιριστικό Κίνημα, Συνδικαλισμός, Εργατική Αυτοδιαχείριση, 21ος αιώνας – Εργατικός Έλεγχος στη Σύγχρονη Εποχή, Γαλλία, ΕυρώπηTopicΝαιΝαιNoΌχι -
German09/01/12
Dieser Text des deutschen Kommunisten August Thalheimers erschien im Jahr 1928 als Reaktion auf eine in der SPD und dem Gewerkschaftsverband ADGB geführten Debatte zur "Wirtschaftsdemokratie", welche Konzepte für einen reformorientierten Übergang zum Sozialismus auslotete. Zentrale Ergebnisse dieser Debatte wurden von Fritz Naphtali in seinem Werk "Wirtschaftsdemokratie: Ihr Wesen, Weg und Ziel" (Berlin 1928) festgehalten. Thalheimers Broschüre ist eine Reaktion auf Naphtalis Werk und liefert eine Kritik des Reformsozialismus.
Die hier veröffentlichte Version ist eine von der Gruppe "Arbeiterpolitik" edierte Neuauflage aus dem Jahr 1981.
Der ausführliche Text als PDF-Datei zum Herunterladen
Berlin 1928, Nachdruck. Mit einem Nachwort "Alter Wein in neuen Schläuchen: Der "Kampf der IG Metall um die Montan-Mitbestimmung". 1981,
53 Seiten
online unter www.arbeiterpolitik.de
Αρχές του 20ού αιώνα – Εργατικά Συμβούλια και Εργατικός Έλεγχος κατά τη διάρκεια Επαναστάσεων, August Thalheimer, Βιομηχανική Δημοκρατία, Εθνικοποίηση / ΑπαλλοτρίωσηTopicΝαιΝαιNoΌχι -
Spanish09/01/12
„nos vieron nacer
pero no nos veran morir“
El 10 de Octubre de 2009 los trabajadores de la Compañía de Luz y Fuerza se despertaron con la triste noticia de que, el Sindicato Mexicano de Electricistas SME fundado en 1914 por Decreto Presidencial dejaba de existir.
Luz y Fuerza y el SME
La Historia del SME se remonta a los tiempos de Porfirio Díaz (1830-1915). El General Díaz, quien gobierno México de 1888 a 1910, concedió en 1968 por primera vez, a la Compañía canadiense de electricidad The Mexican Light & Power Company también conocida como MEXLIGHT la concesión de producir y vender el servicio de electricidad en el País.
Debido al rápido crecimiento de la Ciudad de México, MEXLIGHT obtuvo mas Concesiones para obtener energía eléctrica de los Ríos de los Estados de México, Puebla, Hildago y Michoacán.
Las condiciones de trabajo dentro de la MEXLIGHT eran entre los trabajadores mexicanos y canadienses diferentes: los trabajadores mexicanos ganaban menos que sus compañeros extranjeros, y realizaban los trabajos de mas riesgo. Los trabajadores mexicanos influidos por la situación política en el País de aquel entonces, se organizaron y formaron primero la Liga Mexicana de Electricistas, la cual se transformó en 1914 en el Sindicato Mexicano de Electricistas SME.
Como Sindicato reconocido el SME defendió los derechos de los trabajadores y logro un sueldo igual al de sus compañeros extranjeros, también logro un seguro médico para ellos y sus familias y una jornada laboral de 40 horas semanales. Condiciones que actualmente no se das por sentadas.
En 1949 bajo la Presidencia de Miguel Alemán (1983 - 1983), se creó la Comisión Federal de Electricidad (CFE). La cual es hasta hoy una Compañía paraestatal y junto con Luz y Fuerza es uno de los principales oferentes del servicio de electricidad.
CFE no es igual a Luz y Fuerza
Luz y Fuerza en 1960 bajo el gobierno de López Mateos fue adquirida de manera parcial por el Gobierno mexicano: El Estado compro por 52 Millones de dólares el 90% de la Compañía, el 10% restante pertenecía a inversionistas privados. Esta estructura se mantuvo hasta su desaparición en 2009.
La Compañía Luz y Fuerza y con ella el SME han sido varias veces puestos a prueba. 1974 bajo el Gobierno de Luis Echeverría se decreto, de igual manera que hoy, disolver a la Compañía y a el SME. Esta medida fue anulada después de fuertes protestas y resistencia del SME.
Después bajo el Gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado quien gobernó de 1982 1988, se le otorgo al CFE el 50% de la región de producción de electricidad que originalmente le pertenecía a Luz y Fuerza. Esta decisión represento para Luz y Fuerza una significante reducción de su capacidad de producción. Sin embargo Luz y Fuerza logro con el tiempo y a pesar de cada vez menos subvenciones, de manera eficiente abastecer del servio de electricidad a gran parte del País.
De acuerdo a un informe interno del SME de marzo de 2010, Luz y Fuerza tenia planeado poco antes de ser disuelta, invertir en la fibra de vidrio. Esta inversión hubiera puesto a la Compañía a la vanguardia, pues con ello hubiera sido posible utilizar el „triple play“ el cual es necesario para la transmisión de imágenes, sonido e Internet.
Los Presidentes que siguieron: Carlos Salinas de Gortari, Vicente Fox y actualmente Felipe Calderón continuaron imponiendo una política neoliberal, que da preferencia a la privatización de servicios como el agua y la luz. Para poder poner en practica esta política es un sindicato tan combativo como el SME sin lugar a dudas, un obstáculo para atraer a inversionistas extranjeros al País.
SME antes de la disolución
En Julio de 2009 se llevaron a cabo elecciones dentro el sindicato. Los dos únicos líderes sindicales presentaron su candidatura para la dirección: Martín Esparza y Alejandro Muñoz. Esparza gano las elecciones pero su contrincante Muñoz protesto contra supuesta manipulación de votos. Acusaciones en la misma dirección provinieron de parte del Presidente Felipe Calderón, el cual declaro en septiembre 2009 ilícitas las elecciones. Los miembros del SME al lado de su dirigente Esparza reaccionaron con una serie de protestas y manifestaciones. Alejandro Muñoz desapareció voluntariamente de la escena y finalmente recibió Esparza el reconocimiento de los trabajadores y con ellos de los miembros del SME.
A comienzos de septiembre 2009 el Gobierno mexicano bajo el mando de Felipe Calderón hizo publicas una serie de criticas al sindicato SME, se hablo de ineficacia, de problemas financieros de la Compañía Luz y Fuerza. De estos supuestos problemas se hizo directamente responsable a el SME. Estas afirmaciones son absurdas por dos causas:
1. La Compañía Luz y Fuerza es una sociedad mixta, por lo cual son tanto los inversionistas privados (con un 10% de las acciones) como el Estado (con el 90% de las acciones) el cual esta representado por el Ministro de Energía, responsables del buen funcionamiento de la Compañía. Hasta el momento ninguno de los Directivos de Luz y Fuerza se expresado públicamente sobre la situación de la Compañía.
A los trabajadores y con ellos a el SME no se les puede hacer responsables de la supuesta mala situación financiera de la Compañía.
2. El actual Presidente Felipe Calderón fungió como Ministro de Energía durante el Gobierno de Vicente Fox (2000 - 2006). Calderón saco provecho de un puesto muy bien renumerado y de los negocios que realizo como Ministro de Energía. Sobre estas irregularidades informó el SME una y otra vez.
Por qué Calderón durante su mandato como Ministro de Energía no informo sobre la supuesta mala situación financiera de Luz y Fuerza?
Disolución de Luz y Fuerza y destitución del Sindicato SME por Decreto Presidencial
El 10 de octubre de 2009 anunció el Presidente Calderón en los diferentes medios de comunicación la inmediata disolución de la Compañía Luz y Fuerza y con ella del Sindicato SME.
El fundamento fue el mismo que se venia manejando meses atrás: falta de eficiencia y problemas financieros de Luz y Fuerza, por los cuales se hizo directamente responsable a el Sindicato.
El Gobierno ofreció a los miembros del SME una inmediata indemnización y cursos de capacitación. Las indemnizaciones estuvieron muy por debajo de lo que por Ley les correspondía a los trabajadores. Los cursos de capacitación eran orientados al área de informática básica. Para los eléctricos altamente capacitados, están los cursos por debajo de su calificación. A pesar de todo esto 26,000 miembros del SME aceptaron la indemnización. Los restantes 18,000 miembros del SME continúan luchando por sus derechos, los cuales están estipulados en los Artículos §1, §14, §16, §17, §123 y §133 de la Constitución Mexicana, para de este manera hacer invalido el Decreto Presidencial, recobrar sus puestos de trabajo. Los miembros del SME han levantado una demanda contra el Decreto. El proceso sigue.
La situación actual
La situación actual del SME es crítica: la mayoría de los trabajadores aceptaron la indemnización, a pesar de que fue muy por debajo de lo que inicialmente les prometieron. Los otros 18,000 miembros del SME continúan protestando y debido a esto son intimidados y amenazados por la policía. Se han realizado varias huelgas nacionales, varias Organizaciones No Gubernamentales, Universidades (UNAM y UAM), así como también la cooperativa TRADOC (trabajadores de lo que fuera la antigua llantera EUZKADI), y los trabajadores de la cooperativa de bebidas BOING se han solidarizado con el SME.
La reacción del Gobierno ha sido el envío masivo de policías federales, lanzadores de agua a las demostraciones organizadas por le SME.
Por su parte los miembros del SME reparten sistemáticamente información entre la población, para de esta manera contrarrestar la campana de difamación que los medios de comunicación comerciales llevan a cago en su contra. Paralelamente existe la posibilidad de que los usuarios que quieran solidarizarse con el SME dejen de pagar su recibo de luz, se amparen legalmente y no caigan en delitos.
El 4 de mayo de 2010 iniciaron 10 trabajadoras miembros del SME a ayunar frente a las oficinas de la ONU (Organización de Naciones Unidas,) en la Ciudad de México. Esto como una medida de protesta pero al mismo tiempo para solidarizarse con sus compañeros que igualmente realizaban una huelga permanente de hambre. Los compañeros rompieron la huelga después de 90 días, pues su salud corría peligro.
La dirección de SME mantiene contacto con la AFL-CIO (American Federation of Labor and Congres of Industrial Organisations), con Jobs with Justice, y con Global Justice Alliance.
En diciembre 2011 los miembros del SME y simpatizantes formaron una cadena humana en una de las principales avenidas de la Ciudad de México, para presionar al Gobierno y exigir una solución al conflicto.
Desde el mes de septiembre de 2011 existe una mesa de diálogo con representantes del Gobierno. Las exigencias del SME son las mismas:
1. Exigen se les reinstale sus puesto de trabajo.
2. Exigen que se haga invalido el Decreto Presidencial, y con el las resoluciones tomadas.
Conferencia de miembros del SME, el 10.03.2010 en la Ciudad de México.
EraΝαιΝαιNoΌχι -
German09/01/12
„nos vieron nacer
pero no nos veran morir“
Am 10. Oktober 2009 erwachten die Arbeiter des mexikanischen Elektrizitäts-unternehmens Luz y Fuerza (Strom und Kraft) mit der traurigen Nachricht, dass die 1914 gegründete Mexikanische Gewerkschaft für Stromarbeiter (Sindicato Mexicano de Electricistas SME) per Dekret nicht mehr existiere.
Luz y Fuerza und die SME
Die Geschichte der SME-Gewerkschaft geht auf die Regierungszeit von Porfirio Díaz (1830-1915) zurück. Der General Díaz, der von 1888 bis 1910 Mexiko regierte, vergab 1868 zu ersten Mal dem kanadischen Stromanbieter The Mexican Light & Power Company auch MEXLIGHT genannt, die Bewilligung Strom im Land zu generieren und zu verkaufen
Da den Bedarf in der schon damals schnell wachsende Mexiko - Stadt sehr groß war, bekam die MEXLIGHT weitere Lizenzen, um Strom aus den Flüssen aus den Bundesländer Estado de México, Puebla, Hidalgo und Michoacan u.a. zu generieren.
Die Arbeitsbedingungen innerhalb der „MEXLIGHT“ waren für ausländische und für mexikanische Arbeiter unterschiedlich: die mexikanische Arbeiter verdienten weniger als ihrer ausländischen Kollegen und sie erledigten die gefährliche Arbeit. Die mexikanischen Arbeiter beeinflusst von der politischen Lage des Landes – Mexikanische Revolution 1910- organisierten sich und gründeten zuerst die Liga Mexicana de Electricistas (Mexikanische Verband von Stromarbeiter) diese wurde 1914 in der Sindicato Mexicano de Electricistas SME (Mexikanischer Gewerkschaft für Stromarbeiter) umgewandelt.
Als anerkannte Gewerkschaft verteidigte die SME die Rechte der Arbeiter, diese erreichten u.a. einen Lohn gleich als den von ihren ausländischen Kollegen sowie eine Krankenversicherung für sie und ihren Familien und eine Arbeitszeit von 40 Stunden Wöchentlich. Leistungen, die noch heute in Mexiko nicht selbstverständlich sind.
1949 unter den Präsident Miguel Alemán (1900 - 1983) wurde die Comisión Federal de Electricidad (kurz CFE) gegründet. Sie ist bis heute ein staatliches Energieunternehmen und zusammen mit Luz y Fuerza ist einer der wichtigsten Energieanbieter des Landes.
CFE ist nicht gleich Luz y Fuerza
Luz y Fuerza wurde 1960 unter die Regierung von López Mateos von der mexikanischen Staat teilweise gekauft: der Staat kaufte für 52 Millionen Dollars 90% des Unternehmens, weitere 10% gehörte den privaten Investoren. Diese Struktur wurde bis seiner Auslösung 2009 behalten.
Das Unternehmen Luz y Fuerza und damit die SME- Gewerkschaft sind mehrmals auf probe gestellt worden. 1974 unter der Regierung von Luis Echeverría wurde ähnlich wie heute, die Auslösung des Unternehmen und der SME verordnet. Diese Maßnahme wurde aber durch den Widerstand der SME rückgängig gemacht. Später unter der Regierung von Miguel de la Madrid Hurtado (von 1982 bis 1988) wurde 50% der an Luz y Fuerza zur Verfügung gestellte Gebiet um die Energie zu erzeugen an CFE abgegeben. Diese Entscheidung bedeutete für Luz y Fuerza eine Reduzierung seiner Entsorgungskapazität. Dennoch schaffte Luz y Fuerza mit den Jahren und trotz immer weniger staatlichen Subventionen großen Teil des Landes mit Strom effizient zu versorgen.
Laut eines internen Berichts (März 2010) der SME plante Luz y Fuerza kurz vor seiner Auflösung in der Technologie der Glasfaser zu investieren. Diese Investition hätte dem Unternehmen auf der Spitze gestellt, denn damit wäre die Nutzung der „triple play“ (Übertragung von Bilder, Ton und Internet) vorangetrieben.
Die folgenden mexikanischen Präsidenten: Carlos Salinas de Gortari, Vicente Fox und den heutigen Felipe Calderón verfolgten eine neoliberale Politik, die die Privatisierung von Dienstleitungen wie Wasser und Strom bevorzugt.
Innerhalb dieser Politik ist eine starke Gewerkschaft wie die SME ein Hindernis, um ausländische Investoren ins Land zu bringen.
SME vor der Auslösung
Im Juli 2009, fanden die SME-Gewerkschaftswahlen statt. Zwei Gewerkschaftsführer kandidierten für die Führung: Martin Esparza und Alejandro Muñoz. Esparza gewannt die Wahlen aber sein Gegner Muñoz warft Esparza Stimmenmanipulation vor. Die gleichen Vorwürfe kamen von der Seite des Präsidenten Calderón, der September 2009 die Wahlergebnisse als ungültig erklärte. Die SME Mitglieder an Seite von Esparza reagierten mit zahlreichen Demonstrationen und Protesten. Alejandro Muñoz verschwand aus der Szene und letztendlich bekam Esparza die Annerkennung aller Arbeiter und damit aller SME Mitglieder.
Anfang September 2009 veröffentlichte die mexikanische Regierung unter Präsident Felipe Calderón scharfe Kritiken an der mexikanischen Gewerkschaft SME, über fehlende Effizienz und über finanzielle Probleme des Unternehmens Luz y Fuerza. Darin wurde die Gewerkschaft direkt für diese ökonomischen Probleme verantwortlich gemacht. Diese Behauptung ist auf zwei Gründen unsinnig:
1. Das Unternehmen Luz y Fuerza ist ein Gemeinschaftsunternehmen, daher sind sowohl die Privaten Investoren (mit 10% der Aktien) als auch der Staat (mit 90% der Aktien) der durch den Energieminister vertreten ist, für das gut Funktionieren des Unternehmens verantwortlich. Keine der Mitglieder der Geschäftsführung trat bis heute in der Öffentlichkeit, um sich über die Lage des Unternehmens zu äußern.
Die Arbeiter und damit die Gewerkschaft kann für die angebliche schlechte Finanzielle Lage nicht verantwortlich gemacht werden.
2. Der heutige Präsident Felipe Calderón war unter die Regierung von Vicente Fox (2000 - 2006) Energieminister. Calderón hatte damals von der gut bezahlten Stelle sowie den profitabel Geschäften profitiert. Diese ganze Reihe von Unregelmäßigkeiten hat die SME immer wieder vorgelegt. Warum hat Calderón damals, als Energieminister nicht über die angebliche schlechte finanzielle Lage von Luz y Fuerza informiert?
Auflösung von Luz y Fuerza und Entmachtung der Gewerkschaft SME per Präsidialdekret
Am 10 Oktober 2009 bekundete der Präsident Calderón in den Medien die endgültige Auflösung des Unternehmens Luz y Fuerza und der Gewerkschaft SME. Die Begründung war die gleiche wie Monate zuvor: Mängel an Effizienz und finanzielle Probleme bei Luz y Fuerza, für die er die Gewerkschaft verantwortlich machte.
Die Regierung bot den SME Mitgliedern sofortige Abfindungen und Weiterbildungskurse an. Die Abfindungen waren gesetzwidrig, dabei sie die völlige Arbeitsjahren nicht berücksichtig wurden. Die Weiterbildungskurse gingen in Richtung Selbstständigkeit oder EDV Grundkenntnisse, diese waren für qualifizierte Elektriker wenig versprechen, dennoch haben 26.000 SME Mitglieder die Abfindung angenommen. 18.000 Mitglieder kämpfen weiter um ihre Rechte sie versuchen Schützt in den §1, §14, §16, §17, §123 und §133 Artikel der mexikanischen Verfassung zu finden und auf diese Weise das Präsidialdekret Rückgängig zu machen, ihre Arbeitsplätze wieder zu bekommen. Die SME Mitglieder haben Anklage gegen diesen Akt erhoben. Der Prozess läuft.
Die augenblickliche Situation
Die aktuelle Lage der SME ist kritisch: die Mehrheit der Arbeiter haben die Abfindung angenommen, obwohl sie letztendlich weniger ausgezahlt bekamen als versprochen. Die restlichen 18.000 SME Mitglieder protestieren und werden durch Einschüchterungen durch die Polizei bedroht. Es wurden mehre Nationale Streiken organisiert, zahlreiche NGOs, Universitäten (UNAM und UAM), sowie Kooperativen wie die von TRADOC (damalige Arbeiter der Reifenfabrik EUZKADI) und die Arbeiter der Kooperativ Getränkefabrik BOING solidarisieren sich mit SME.
Die Reaktion der Regierung darauf ist massive Bundespolizisten und Wasserwerfer zu den SME Protestaktionen zu schicken.
Gleichlaufend die SME Mitglieder verteilen Informationen unter die Bevölkerung um der die Diskreditierung in den Medien zu entgegen zu wirken. Diese Maßnahme ist begleitet mit der Möglichkeit, die die Bevölkerung hat, der Strom nicht zu bezahlen, ohne sich strafbar zu machen.
Zugleich ist eine Aktion für alle Bürger gestartet, die Stromrechnung nicht zu bezahlen, um sich mit dem SME zu solidarisieren.
Am 4 Mai 2010 begannen 10 MitgliederInnen der SME vor dem ONU–Gebäude in Mexiko Stadt zu Fasten als Protestaktion und als Solidarität mit seinen Kollegen, die nach 90 Tagen und unter sehr kritischen Gesundheitszustand den Hungerstreik beendeten.
Die Führung der SME ist nach USA geflogen, wo sie bei der Interamerikanischen Kommission für Menschenrechte auf Grund von zahlreicher Einschüchterungen und Drohungen von der Bundespolizei und von den Militärs gegen SME-Mitglieder Anklage eingereicht hat.
Darüber hinaus gibt es Gespräche mit der AFL-CIO (American Federation of Labor and Congres of Industrial Organisations), mit Jobs with Justice, und mit Global Justice Alliance.
Dezember 2011 bildeten SME-Mitglieder und Sympathisanten eine Menschenkette in einer der Hauptstraßen von Mexiko-Stadt, um Druck auf die mexikanische Regierung zu machen.
Seit September 2011 sind am Verhandlungstisch Regierungsvertreter und SME-Führung, um eine Lösung für den Konflikt zu finden. Die Forderungen der SME sind nach wie vor:
1. Forderung nach Wiedereinstellung in das bisherige Arbeitsverhältnis.
2. Forderung nach einer juristischern Aufarbeitung des Präsidialdekrets, mit einer damit verbunden Rücknahme dieses Beschlusses.
Konferenz der SME-Mitglieder am 10.03.2010 in Mexiko-Stadt
EraΝαιΝαιNoΌχι -
French06/01/12
La lutte des Fralib continue. Le 17 novembre 2011, le Tribunal d’instance de Marseille a invalidé le plan de licenciement des salariés de Fralib. La production doit donc reprendre. Dans une note de service du 8 décembre 2011, la direction de l’entreprise a indiqué que la réouverture après les congés de Noël était fixée au mardi 3 janvier. Ce jour-là, 70 salariés étaient présents dès 7 heures en présence des médias et ont constaté une nouvelle fois l’absence de la direction…
Au cours d’une soirée-débat organisée à Aubagne, Olivier Leberquier, secrétaire et délégué syndical CGT, était intervenu sur la question du rapport au pouvoir du mouvement en cours, des luttes dites “sociales”. Dans la foulée de cette réunion a suivi un échange avec Pierre Zarka. O. Leberquier a répondu aux questions que P. Zarka lui a posées pour Cerises.
Quel est le prochain objectif que vous vous fixez ?
L’objectif que nous nous sommes fixé reste le même depuis le début de notre lutte, à savoir le maintien de l’activité industrielle sur notre site et des emplois qui l’accompagnent.
A ton avis les salariés sont-ils capables de devenir des gestionnaires d’entreprises ?
Je ne sais pas sur quelle structure juridique nous déboucherons, mais ce que je sais, c’est que si la solution passe par la gestion par les salariés de l’entreprise, bien sûr nous en sommes capables, d’autant plus que, pour nous, il ne sera pas question de rémunérer grassement des actionnaires.
Votre lutte ne dépasse-t-elle pas le cadre traditionnel de la revendication pour finalement aborder une question de pouvoir ? Dit autrement, ne s’agit-il pas aujourd’hui que les luttes contiennent en elles la question : qui a le pouvoir d’agir sur l’économie ?
Bien sûr que notre lutte n’est malheureusement pas ce que l’on retrouve traditionnellement dans ce genre de situation. Sans porter de jugement sur d’autres camarades dans la même situation que nous (la lutte c’est difficile et très compliqué), trop souvent les salariés luttent pour obtenir une indemnité de licenciement supérieure, pensant que c’est la seule chose qu’ils peuvent encore obtenir et que cela va leur permettre de rebondir individuellement. Nous sommes convaincus que l’intérêt collectif est de se battre sur le fond et de combattre notre adversaire sur la réappropriation de la richesse qu’il nous a injustement prise depuis plusieurs décennies. Il est certain que notre lutte pose le problème des décideurs. Pour nous, nous sommes convaincus qu’il n’y a pas de fatalité, c’est facile de dire que les politiques n’ont plus le pouvoir et qu’ils ne peuvent rien faire, que les grands groupes détiennent les rênes de l’économie. C’est une question de volonté politique, ils ont le pouvoir de légiférer, s’ils ne le font pas, c’est parce qu’ils ne veulent pas que ça change. L’Amérique latine nous montre l’exemple à suivre.
Si ce type de luttes s’étendaient, est-ce que cela ne poserait pas dans des termes différents les rapports entre luttes et politique ? En quoi ?
Bien sûr que si ce type de lutte se développait, cela pousserait les politiques, notamment ceux qui veulent voir ce système réellement changer (malheureusement je pense qu’ils ne sont pas très nombreux) là où ils ont le pouvoir de légiférer dans ce sens.
Dès lors l’indépendance syndicale n’implique-t-elle pas de ne rien déléguer aux partis politiques, pas même l’élaboration des mesures nécessaires à la société ? et cela n’implique-t-il pas des rapports nouveaux avec les élus ?
Je pense que l’indépendance syndicale a fait beaucoup de mal au monde ouvrier. Le combat que nous menons ne pose quasiment que des problèmes politiques, tous les sujets sont politiques. Nos adversaires ne se trompent pas : le MEDEF est en lien direct avec l’UMP, nombreuses sont les lois élaborées par le MEDEF et mises en application par le gouvernement actuel. Bien sûr qu’il faut que de nouveaux rapports entre syndicats et élus s’instaurent. Il faut que le monde du travail reprenne le pouvoir et pèse de tout son poids dans les décisions politiques.
Association Autogestion
6 janvier 2012
http://www.autogestion.asso.frDossier établi par Michèle Kiintz et Pierre Zarka pour Cerises n°125
Fralib, Pierre Zarka, Ανακτημένες Επιχειρήσεις, Συνδικαλισμός, Εργατική Αυτοδιαχείριση, Εργατικός Έλεγχος, 21ος αιώνας – Εργατικός Έλεγχος στη Σύγχρονη Εποχή, Γαλλία, ΕυρώπηAuthorsΝαιΝαιCurrent DebateΌχι -
French23/12/11
Contre les salarié-es, le Tribunal de commerce de Paris maintient les navires à quai. Prochain rendez-vous : mardi 3 janvier.
Le Tribunal de commerce de Paris vient de confirmer la décision de la Direction de SeaFrance de maintenir les navires à quai. Lors de la procédure en référé du 21 décembre, la Direction de SeaFrance avait déployé les grands moyens : pas moins de neuf avocats d’affaires pour justifier le lock-out contre un seul avocat pour les salarié-es, Maître Philippe Brun. Le pot de fer contre le pot de terre. Par ailleurs, dénonçant la CFDT de SeaFrance, les instances régionales de ce syndicat ont indiqué préférer une solution de reprise avec DFDS plutôt que le projet SCOP : le temps de la CFDT autogestionnaire des années 1970 est hélas bien révolu… L’essentiel reste cependant à jouer. Prochain rendez-vous : le mardi 3 janvier où le Tribunal se prononcera sur le plan de reprise en SCOP proposé par la CFDT.
SeaFrance, compagnie de ferry opérant entre Calais et Douvres et filiale à 100% de la SNCF est menacée de liquidation. Suite à une année 2008 difficile, une nouvelle direction est nommée par la SNCF. Appliquant des méthodes de management « modernes », le remède s’avèrera pire que le mal et l’entreprise déposera le bilan en juin 2010. 725 postes, soit près de la moitié des effectifs, seront supprimés. Un plan de recapitalisation de l’entreprise sera retoqué par la Commission européenne et seule une vente de l’entreprise devient alors possible. DFDS, une compagnie danoise de ferry opérant déjà entre Douvres et Dunkerque se porte candidate. Il s’agit d’une entreprise low-cost opérant avec des officiers britanniques et des marins d’Europe de l’Est. Le projet de reprise de DFDS prévoit la suppression de 420 postes sur les 876 sans aucun engagement de maintien des emplois restants, la reprise de trois des quatre navires pour la somme ridicule de 5 millions d’euros. Devant cette menace, la CFDT de SeaFrance, syndicat majoritaire, présente un projet de reprise en SCOP garantissant le maintien de la totalité des emplois existants.
Le 16 novembre, le Tribunal de commerce rejette les deux offres, celle de DFDS pour son insuffisance, celle de la CFDT pour manque de financement, et prononce la liquidation tout en prévoyant une continuité de l’exploitation jusqu’au 28 janvier. Elle invite les parties à représenter des offres. DFDS renonce définitivement. Seule l’offre de la SCOP reste en ligne. La chance commence à sourire aux salarié-es. 15 millions d’euros de financement sur 50 sont trouvés auprès de la région Nord Pas de Calais et de diverses collectivités locales. L’ancien président du Directoire de Brittany Ferries, Jean-Michel Giguet, « un homme parti de la base » comme le décrit un syndicaliste, valide le business plan de la CFDT et se déclare candidat à la direction de la SCOP. C’est le moment choisi par la direction de SeaFrance pour immobiliser les navires et interrompre l’activité de l’entreprise : coup de poignard dans le dos pour couler SeaFrance avant qu’elle ne soit reprise en SCOP. Pourtant, il suffirait que la SNCF apporte 10 millions d’euros, somme largement inférieure aux indemnités de licenciement qu’elle devra payer en cas de liquidation, pour que la SCOP puisse refinancer un des navires de la compagnie et obtenir ainsi 50 millions d’euros de liquidités. Pourquoi un tel acharnement contre ce projet de SCOP ? Comme nous l’indiquait un marin, « La solution SCOP est moins chère et permettrait de donner une bonne image à la SNCF mais ils n’acceptent pas que des salariés puissent faire tourner une entreprise alors qu’ils n’ont pas été capables de le faire ».
Association Autogestion
23 décembre 2011
http://www.autogestion.asso.frBenoît Borrits, Συνδικαλισμός, Εργατικός Έλεγχος, 21ος αιώνας – Εργατικός Έλεγχος στη Σύγχρονη Εποχή, Γαλλία, ΕυρώπηTopicΝαιΝαιNoΌχι
